Kôkyû no Karasu: el misterio de la Consorte Cuervo

Opening | Fantasía, sobrenatural, misterio, shôjo | Bandai Namco Pictures | Año 2022 | 13 episodios | ★★★☆☆ |

Sinopsis: En lo profundo de la Ciudad Imperial hay un palacio enigmático, «La luz de la noche» ( 夜明), donde siempre ha vivido una concubina conocida como la Consorte Cuervo. Nadie sabe qué aspecto tiene porque nunca sale al exterior, y se dice que es versada en artes arcanas, también que es libre de toda responsabilidad marital. En ocasiones atiende peticiones personales de índole tenebrosa, pero solo si así ella lo desea, ya que su voluntad no sirve ni al mismísimo emperador. Sin embargo, parece que vive como una prisionera. ¿Quién es esa mujer? ¿Por qué existe una figura tan desafiante y, a la vez, inescrutable en el corazón de la corte? ¿Cuál es su papel en realidad?

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OPINIÓN PERSONAL

Lo primero de todo, ¡hola, de nuevo! Han pasado unos añitos, y parecía que las Treintañeras estaban durmiendo el sueño de los justos pero, como podéis ver, tenéis ante las narices una resurrección súbita que desconozco cuánto durará. Mis compis, Magrat y Pau, siguen sus propios caminos. Quizás decidan volver también, quizás no. De momento, dejo caer esta reseña. Y es que no he podido evitarlo, tras ver Kôkyû no Karasu me dije: «¡esto es carne de Otakus Treintañeras!», y aquí estamos. Así que, ¡al lío!

Kôkyû no Karasu el anime está basado en una serie de novelas ligeras del mismo nombre que finalizó su publicación este pasado 2022, con 7 volúmenes en su haber. Su autora es Kôko Shirakawa y contó con las ilustraciones de Ayuko. Su historia tiene lugar en una isla ficticia llamada Ake, donde también ubicó sus novelas anteriores, Akehime no Omeshibito (2014). Por si os interesa, Shûeisha ha dado licencia a Seven Seas para publicar la historia de nuestra amiga la dama Cuervo, y desde hace unos días ya está a la venta el primer tomo.

Regresando a la serie animada, la isla de Ake está inspirada directamente en la China imperial de las primeras dinastías, sobre todo se percibe mucho de la Tang (618-907 d.C), por lo que nos encontraremos con unas referencias culturales algo diferentes a las que estamos acostumbrados, aunque tampoco tan distintas, ya que hay que tener en cuenta que una parte no pequeña de la idiosincrasia japonesa tiene sus raíces en el ciclópeo sustrato del País del Medio (中国,China).

«La luna se hundió en el mar y se convirtió en dos dioses, uno el dios de la sombra, otro el dios de la luz. Ocho mil noches permanecieron en el mar, el primer dios ocultándose en el Palacio Negro, el segundo retozando en el Palacio de la Luna. De esta forma, uno se convirtió en el Palacio de la Reclusión y el otro en el Palacio del Placer. Otro dios llegó para ser el puerto del Palacio de la Reclusión, el Gran Dios Tortuga. Pero este dios había pecado, y por ello fue quebrado en ocho partes. La corriente del agua se las llevó y alejó del Palacio, pero sus huesos fueron reunidos otra vez y así se formó la Tortuga Blanca, el dios Tortuga, que podía calmar las aguas y proteger los barcos. Los descendientes de estos dioses comenzaron el linaje del Rey Blanco, del emperador… «

Este poema se puede considerar como uno de los pilares que sostienen el mundo legendario de Kôkyû no Karasu, un universo que suponemos que la autora habrá desarrollado más en las novelas ligeras, pero que en la serie animada tiene unos contornos poco definidos. Cierto que conforme avanzan los episodios vamos aprendiendo algo más sobre él, pero tampoco demasiado. El objetivo de este anime no es como el de una serie de fantasía al uso, donde la arquitectura del mundo se intuye de forma más o menos clara casi desde el principio; Kôkyû no Karasu es, además de fantasía, una obra de misterio que resuelve sus enigmas mediante lo sobrenatural. Se recrea en los límites del terror, pero sin llegar a sobrepasarlos en ningún momento.

La protagonista es la joven Shouxue que de pequeña, siendo una huérfana, fue elegida por la deidad alada Niao Lian para contener su espíritu. De ese modo, se la trasladó a la Ciudad Imperial donde en el Palacio Ye Ming (Luz de la Noche) fue adiestrada en artes místicas por la Consorte Cuervo, y así más adelante relevarla a ella. Porque siempre tiene que haber una Consorte Cuervo junto al Emperador.

La Consorte Cuervo vive en soledad y no sale nunca de su Palacio, sin embargo, el nuevo Emperador, Gaojun Xia, tiene curiosidad por esta figura que reside, oculta de todo el mundo y ajena a su influencia, en su corte. Gaojun también es un huérfano, las intrigas políticas de la Emperatriz Viuda consiguieron que mataran a su madre, pero ya adulto logró deponerla, buscando justicia. Empero, su familia, los Xia, no accedió al trono de manera pacífica, sino que exterminó a la dinastía anterior, los Liu, de manera brutal.

Y es el acercamiento de Gaojun a Shouxue el que pone en marcha el engranaje de la serie. Como no podía ser de otra forma, Shouxue es una tsundere de tomo y lomo, y Gaojun soporta con paciencia sus continuos desplantes. ¿Surge el amor entre ellos? No es algo muy manifiesto, los sentimientos se van cociendo poco a poco y el romance es tenue, nada molesto, lo cual es de agradecer. La interacción entre ellos tiene buena química y es por completo natural dadas sus personalidades y experiencias vitales.

Y es la presencia de Gaojun la que supone un cambio en la tradición de las Consortes Cuervo, que deben vivir en un retiro absoluto; y Shouxue, además de su única amistad que es una especie de gallina divina llamada Xing Xing, va abriendo su círculo social muy lentamente. Primero con una dama de compañía, la risueña Jiu Jiu, para continuar con algunos eunucos de la corte y otra consorte imperial más, la princesa Yun Huaniang. Son todos secundarios bien perfilados, aunque se echa de menos algo más de músculo en alguno de ellos. Y es a través de ellos precisamente que Shouxue va descubriendo una Ciudad Imperial peligrosa y de insondables secretos palaciegos, donde se la teme y donde sus especiales habilidades pueden resultar muy valiosas.

Podríamos decir también que Kôkyû no Karasu es un anime cebolla, porque capa tras capa y tras capa se ocultan enigmas que, con cierta parsimonia, se van desvelando. Y no todos los hallazgos son inmutables, pues pueden dirigir a revelaciones distintas hasta en el último capítulo. Con todo esto que se describe, es razonable pensar que sería capaz de mantener la atención y curiosidad de sus seguidores todas las semanas pero, por desgracia, a causa de su ritmo irregular, no ha podido ser del todo así. Al menos en mi caso particular.

Kôkyû no Karasu parte de una base de episodios autoconclusivos donde la protagonista, como una avezada detective, resuelve los casos extraños que van surgiendo entre las paredes de una Ciudad Imperial que encubre muchííííísimos enredos. En ese aspecto, como fan de series de suspense tipo Poker Face, Vera o Three Pines, estoy encantada, porque aunque los incidentes expuestos resultan sencillos, están muy bien conducidos. Otro cantar ha sido la soldadura de esos episodios entre sí para presentar una serie con un mínimo de coherencia interna, y ahí se ha fallado. Quizá si se visiona semanalmente (no ha sido mi caso) no resulte tan obvia esa falta de cohesión, esa anomalía en el compás; sin embargo, cuando se maratonea, resulta una montaña rusa que va, viene, retrocede y avanza con una lógica interna que descarrila.

Otro asunto que me ha decepcionado ha sido el de la animación en sí. Los diseños de los personajes, sobre todo el de Shouxue, son exquisitos, y han respetado con esmero a nivel histórico detalles de las vestimentas y maquillaje. La opulencia de la China Imperial ha estado bien representada en sus personajes, pero a la hora de ponerlos en movimiento, cutrería is in da house. Quizá se deba a que no acabo de acostumbrarme a la animación informática, no lo sé, o que cuando se intentan ahorrar unos yenecillos en este tipo de animación los defectos, los vacíos y la pobreza visual son mil veces más evidentes. Hay un contraste claro entre los personajes y los escenarios, da penita porque se nota que es cosa del presupuesto (y seguro que no ha sido una serie barata, ojo) y un anime como este exigiría una dirección artística global a la altura de la exuberancia de los escenarios que representa. Y no ha podido ser. Cachislamar.

Sin embargo, todo tengo que decirlo, me han gustado mucho tanto la selección musical de instrumentos tradicionales, como el recurso del teatro de sombras chino que han utilizado para los flashbacks de los casos, lo que reafirma mi sospecha de que aunque en lo que han podido han sido refinados y escrupulosos, donde no llegó el money no se pudo hacer .

Kôkyû no Karasu en general es un buen anime, bastante particular ya que se aleja del producto habitual de temporada; y procura enseñar, dentro de la comercialidad, que otro tipo de series es posible, que público con cierto nivel de madurez y con otras inquietudes puede encontrar un lugar donde cobijarse de la habitual lluvia de caca de shônen palurdo, ecchi descerebrado o slice of life rebozado en diazepam. No es una obra complicada, va dirigida tanto a un público joven como adulto, aunque su demografía objetiva sea la primera. Es un shôjo, al fin y al cabo, pero no creo que se le caiga el pene a cachos a ningún chicarrón que decida verlo. Hay tragedia, hay crueldad, hay traición; Kôkyû no Karasu, a pesar de su progresión vaporosa entre fantasmas y exorcismos, es de núcleo duro.

¿Habrá segunda temporada? Lo desconozco, pero tal como han dejado el final, sería lo adecuado para poder conocer mejor el universo de la isla de Ake y los nuevos caminos que se abren tras la conclusión de ciertos eventos. Como antes he mencionado, este anime no es solo misterio y leve romance, hay un trasfondo político importante que trabajar.

¿Recomiendo a la Consorte Cuervo? Sí, sobre todo a los que disfruten con las series de misterio, deseen alejarse un poco de los paisajes japoneses y sobrevolar los contornos de otros mundos que, en definitiva, tampoco son tan distintos de los ya conocidos. No es un anime perfecto, pero tampoco resulta dañino y si se ve dosificado, la experiencia puede resultar bastante agradable.

Buenos días, buenas tardes, buenas noches.


SHO-SHIKIBU

9 comentarios sobre “Kôkyû no Karasu: el misterio de la Consorte Cuervo

  1. ¡Hola! Que alegría ver una entrada en este blog, tengo la esperanza de Magrat y Pau se inspiren con tu entrada y vuelvan a publicar aunque no sea con la misma frecuencia que antes, las tres dan recomendaciones muy diferentes a las que se acostumbra entre los fans del anime / manga.

    Ya pasando al anime, me lo vendiste con esta parte «También te puede gustar: xxxHolic» ese es uno de mis productos favoritos de CLAMP y si se parece aunque sea un poco se que me va a gustar, además me encantan los misterios sobrenaturales. Lo único que me hecha para atrás es que sea una intriga palaciega y el CGI, que los nipones no parecen saber usar muy bien.

    Gracias por la recomendación 🙂 ¡Saludos!

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    1. ¡Hola, Noctua! La verdad es que el CGI en la animación japonesa está todavía un poco verde, o al menos es lo que me parece a mí. Y en producciones más modestas se convierte en una pesadilla, quizá se deba a que estoy acostumbrada a lo tradicional, no lo sé. Yo me inclino más hacia eso, que soy ya una abuela en estas lides jajaja y no llevo bien las moderneces jajaja Bromas aparte, el CGI puede ser una bendición o una hecatombe, no hay demasiados términos medios con la animación por ordenador. Cuando se convierte en el recurso de los prisitas y/o los de presupuesto ajustado es para echarse a llorar.
      ¡Saludos de vuelta, nos leemos!

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  2. Hola Sho, gracias por tu honesta reseña sobre «La consorte cuervo» ahora puedo visionarla sabiendo que esperar en cuanto a coherencia interna y que el romance es leve ya es un gran alivio. Además, y no es broma, ha captado mi atención la gallina y por eso la veré con más entusiasmo. Ojalá que no muera, prefiero que desaparezca en la noche de los tiempos (como han hecho con otros compañeros animales en los animes a medida que va progresando la trama y se torna más seria) ¡vivan las gallinas! Y si son mágicas mejor, sino díganle a Juan el de las habichuelas mágicas.

    Uff, el CGI es un tema…yo tampoco me acostumbro al mismo. Si es en pocos detalles, como se lo utiliza en «Demon Slayer» vaya y pase pero si es medio chungo UGH. ¿Sabías que hicieron una remake de Trigun con animación en 3d? Cuando vi las imágenes tuve una serie de sentimientos variados…viva la animación tradicional.

    Saludos 🙂

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    1. La gallina Xing Xing (星星, estrella) no sufre ningún daño grave en ningún momento, ni heridas leves, no te preocupes jajaj
      Es la típica mascota animesca que no hace ni bien ni mal, pero resulta un complemento gracioso 🙂
      No quiero saber nada de animaciones 3D de momento, para mí son la cumbre de la cerdería máxima si no se lleva bien. ¿Que soy rarita? Pues sí, de tu mismo club, Coremi 😉

      ¡Saludos de vuelta!

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  3. ¡Cuánto me alegra veros de vuelta! 🙂

    Recuerdo que os seguía a las tres en vuestros respectivos blogs.

    La serie me gustó mucho. Ojalá que saquen una nueva temporada.

    El diseño de la consorte es super bonito. Es una muñequita.

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