Masamune-kun no Revenge

Hazuki Takeoka | Shounen, Comedia romántica | 12 Capítulos| 2017 | Estudio: Silver Link |★★

Sinopsis: Cuando era niño, Masamune Makabe sufrió a manos de una muchacha rica y hermosa llamada Aki Adagaki, quien lo apodó «Cerdito» debido a su aspecto rechoncho. Buscando venganza contra su torturadora, Masamune trabaja duro para mejorarse a sí mismo y regresa como un increíblemente guapo, aunque narcisista, estudiante de secundaria. Cuando se encuentra con Aki una vez más, está preparado para exigir venganza. Con la ayuda de la sirvienta de Aki, Yoshino Koiwai, Masamune lentamente comienza a construir su relación con Aki, con la intención de romper su corazón cuando sea el momento adecuado. Sin embargo, como su amistad con Aki comienza a crecer, Masamune comienza a cuestionar los objetivos de sus planes tortuosos, y si llevarlos a buen término es lo que su corazón realmente desea.

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Opinión personal

A pesar de que Masamune-kun no Revenge lleva traje de shonen, debajo esconde una comedia romántica donde la venganza es un plato que se sirve frío como el sushi.

¿Cuantas veces habremos deseado desquitarnos de ese niñat@ que nos robó la plastilina verde? ¿o de esa primera humillación pre-adolescente por la que todos pasamos alguna vez y siempre lleva nombre y apellidos? Durante al menos un par de horas tu frustración grita como un mafioso siciliano «¡Traedme su cabeza o no volváis!». Bueno, pues a nuestro protagonista el cabreo le dura como unos ocho años, casi ná.

Masamune, el antihéroe de esta serie, tuvo una infancia llena de burlas por su aspecto rechonchete y su carácter soberbio y pedante de niño rico. Aki, una niña de familia adinerada, le salvó el culo de los abusones y se convirtió en su mejor amiga. Cuando decide declararle su amor, ella lo rechaza con  un aplastante » ni de coña, Cerdito»; y a partir de ese momento, empezó a hacer abdominales y a correr como si le persiguiera todos los animales de Jumanji hasta tener un cuerpo atlético y sin un gramo de grasa. Ese body-hotter será su mejor herramienta para vengarse de Aki, piensa conquistarla y romperle el corazón para que sepa lo que se siente. Ocho años después empieza el espectáculo. ¡Show must go on!

Como veis es un argumento con muy poca fuerza, parece absurdo qué algo tan habitual como un rechazo amoroso de la infancia pueda ser tan traumático como para condicionar la vida de alguien; pero debemos recordar que esto es un anime y los japoneses hacen lo que les sale del onigiri que para eso lo han inventado ellos.

A lo largo de los capítulos vamos descubriendo que los tres protagonistas principales son los únicos que, para bien o para mal, tienen un mínimo de personalidad. Los demás personajes que los acompañan son meras lechugas parlantes decorativas y con forma de persona, son llanos, anodinos y lo más acojonante, terriblemente cordiales y sin una pizca de maldad. No aportan nada, NA-DA; ni siquiera la loli-madre de Masamune, que cada vez que aparece es para embutir a su hijo con miles de calorías; o siquiera el pobre intento de triángulo amoroso con Neko Fujinomiya, una excéntrica misteriosa que le gusta ir a lo comando: sin bragas y con el chichi tó loco por Masamune. Meh.

Masamune, ‘el despechado’, consiguió librarse de tener un cuerpo de croqueta a base de sudar hasta en el carné de identidad; pero al mismo tiempo que baja de peso, se le sube el narcisismo a la cabeza, no se besa cada mañana porque no llega. Está tan obsesionado con vengarse de Aki que, a pesar de ser popular entre las chicas no tiene ni la más remota idea de como conquistar a una, e intenta solucionarlo leyendo manga shojo. El iluso cree que la tiene en el bote pero con hueso ha topado. A base de pico, pala y Yoshino conseguirá hacerse un hueco en la vida de Aki.

Aki Adagaki, ‘la Princesa bestial’, es una de las más grandes tsunderes con las que he tropezado. Tiene fama de rechazar y humillar públicamente a todo aquel que se atreva a confesarse ya que odia a los hombres, y cuando Masamune descubre su gran secreto no le queda otra que aguantarlo y soportar sus horteras intentos de conquist-Aki. 

Yoshino Koiwai (coiguay) es la sirvienta-esclava-recadera de la princes-Aki. Parece torpe y sin fuelle pero esconde una personalidad fría y calculadora, de esas que tienen la mirada de acelga estofada sin emociones. Al descubrir que Masamune era el «Cerdito» de la niñez decide ayudarlo a cumplor su venganza, como su sensei y guía. Según ella es para escarmentar a Aki de sus malos tratos, pero… ¡no nos cuela, Yosi!¡Sabemos que aquí hay neko encerrado y no son las bragas de la Fujinomiya, precisamente…!

Me he comido con patatas y con una copa de vino todo lo que dije de Masamune-kun no Revenge en la entrada pasada de  impresiones medias. Era una infeliz que creía que tenía ante mi la comedia romántica de la temporada, pero a partir de la mitad de la serie, se difumina la línea donde nuestro querido vengador debe cumplir su objetivo, se pierde entre los cerros de Úbeda y va perdiendo consistencia la trama del argumento. Va cuesta y sin freno directo a ser un shojo típico, tópico y trillado. Sólo lo salva el sentido del humor que lo convertirá en un anime entretenido para pasar el rato y el gran apartado visual que tiene, es brillante y muy colorido y el buen uso de la iluminación hace resaltar a los personajes del fondo, se nota que es la firma del estudio A-1 Pictures.

Y qué me decís de ese capítulo final, ¿ESE ESPELUZNANTE CAPÍTULO FINAL?, en vez de ser el capítulo determinante de todo el anime; era más bien la continuación del spoiler que hacen en el Opennig ;y al sobrarles diez minutos de capítulo,  lo rellenan con lo que podría ser un OVA, el típico episodio donde no pasa nada de nada en el argumento pero entretiene… o eso creen. Yo lo veía con los ojos ojipláticos. En serio, hubiera sido mejor que hubieran puesto un tutorial de Thermomix o un documental de marsupiales, me habría parecido más medio normal.

En fin, lo único que es cierto es que esto no termina aquí ya que se cuece el plan B de la venganza y seguramente habrá segunda temporada. Maemía, sé que me arrepentiré de ello, pero ahí estaremos para ver si mejora y remonta.

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